viernes, 25 de abril de 2014

ADOLFO COUVE: Un enamorado de la belleza por Beatriz Berger






Guiado por el afán estético de encontrarse con la belleza, Adolfo Couve Rioseco -premunido de su experiencia visual como pintor y de su pasión por el lenguaje- conjuga plumas y pinceles en "Balneario" (Editorial Planeta, 1983), su décimo libro, recién publicado, donde reúne cuatro novelas cortas y más de una decena de "Fragmentos".

.......... Parece débil e indefenso en esa enorme villa italiana de principios de siglo, enclavada en Cartagena, lugar que, hace diez años, escogió para vivir por esas sinrazones que habitan en el hombre. "Esta casa me deprime y los papeles floreados ingleses me tienen aburrido", dice rompiendo el silencio impresionante que guardan las paredes altas del comedor oscuro, mientras la cuchillería de plata labrada, el mantel de hilo y el señorial aparador, permanecen estáticos frente al paso del tiempo que les carcome la vida. Allí, muebles vetustos, arrinconados bastones sin dueño y ánforas de fierro agreden, a cada instante, con su ostentoso pasado. Sin embargo, la primavera, la vida, bulle en el exterior. En ese jardín cubierto de heliotropos, cochabambinas, rayos de sol, hibiscos... que conviven amistosamente con flores silvestres; en ese papagayo, Valentino, quien, pese a las insistencias de su dueño, se niega a saludar, y en ese perro negro, bravísimo, que aúlla cual lobo al acecho. Y, desde el mirador trizado por los años, Adolfo Couve se encanta con la naturaleza: recorre el mar, el cielo, el infinito... "La mejor oración que uno puede brindarle al Creador es describir su obra", medita extasiado.

.......... Así, en su balneario, este profesor de estética e historia del arte en la Universidad de Chile, pintor y escritor de intensos ojos azules, hace suyas la vida y la agonía que lo rodean y, pese a que se niega a hablar de sí mismo porque "todas las entrevistas a la persona me dan naúseas y nadie tiene derecho a implantar frases para el bronce", al ritmo de una extensa conversación ve develando las luces y las sombras de una vida, de una literatura, de un hombre. Habla del pánico que le producen los aviones, de la correspondencia que sostuvo con Marguerite Yourcenar, del cariñoso gesto del Padre Hurtado cuando le acarició la cabeza en el patio del Colegio San Ignacio -"debo haber estado muy desvalido", comenta- y de su angustiosa permanencia en la estatua de la Libertad cuando el vértigo lo hizo sentarse en las escaleras aterrorizado de ver "los ojos por dentro, los pechos por dentro, la nariz por dentro. Ahí perdí la libertad", dice con humor.



.......... -Bastantes cortas sus novelas, parecen cuentos ¿no?
.......... -Yo detesto el cuento, es un género muy frívolo, es como los chistes: el verbo trabaja para un desenlace. A mí, en cambio, me gusta ser el engranaje entre el lenguaje y el contenido, un trabajo muy difícil. Por eso no puedo escribir una obra de quinientas páginas y me adhiero a la novela corta. Los relatos míos no apuntan a un desenlace sorpresivo, sino que se van desenvolviendo en el tiempo de ellos mismos. Por lo tanto, no son cuentos.

..........-¿Cuál es el mayor desafío de esta obra?
..........-Mi trabajo más difícil fue encontrar un tema universal. Yo no puedo escribir sobre algo que me aconteció a mí, eso no me lo permito porque no ayuda a nadie. Lo que importa, es el rescate de lo que nos pasa a todos.

..........-¿Y piensa que la historia de un balneario tan local como Cartagena es universal?
..........-Claro, es un balneario y una mujer en decadencia, ella es el balneario. Si una persona de edad está viva y no tiene la posibilidad de amar, es una contradicción patética. Y también si un balneario ha tenido una historia y no puede levantarse, ocurre lo mismo. En esas dos situaciones yo encontré un tema universal, por eso nos toca.

..........-¿Qué dificultades le acarreó esa extrapolación?
..........-Lo difícil era lograr que ni el balneario se comiera a la mujer, ni la mujer se comiera al balneario y ambos fueran la misma cosa. Yo tenía miedo a esa novela de caer en lo patético, en lo anecdótico. Por eso tuve que poner la realidad: la rueda de Chicago, las dormilonas, la ciudad. Mi lucha fue contra el mal gusto y tuve dudas hasta el final...

..........-¿Angélica Bow, el personaje de Balneario representa, entonces, una metáfora?
..........-Sí, ella es la ciudad maltratada, esas casas maravillosas del siglo pasado que no las han cuidado y que los veraneantes de Santiago las convierten en pensiones, las dividen con tabiques, les botan los torreones, echan abajo araucarias de ¡cien años!... Angélica no reacciona porque la ciudad no alcanza a reponerse. Yo quiero mucho a Cartagena, deseo defender los árboles y que la gente cuide las casas. Pero esa es una lucha imposible (angustiado). El tema es el problema del tiempo y de la edad de este balneario.

..........-¿Cartagena es su laboratorio de trabajo?
..........-Este lugar es como mi segunda patria. No tengo claro por qué vivo aquí o si me voy a quedar para siempre. Hay silencio, tranquilidad y la violencia de Santiago me es ajena: me asusta cruzar las calles, me cuesta dormir con el ruido de las unidades coronarias, las alarmas, las bocinas, las "cucas", las motos. Santiago en diez años ha cambiado enormemente y Cartagena por el contrario, se ha ido durmiendo.

..........-"Si estoy viva no es posible que no me ocurra nada", afirma la protagonista de Balneario.
..........-Significa que está vieja. La tercera edad me preocupa, pienso que hay que prepararse para llegar bien a esa etapa donde no funciona ni el sexo, ni las emociones fuertes, ni la cuerda floja. Si estamos vivos quiere decir que para esa edad nos está reservada alguna satisfacción. ¿Cuál?

..........-Esa mujer no tenía familia y nada que hacer..., Usted, por ejemplo, no va a jubilar de escritor ni pintor...
..........-Pero voy a jubilar de joven. La juventud se va.

..........-¿Se encuentra viejo?
..........-Siento que no soy joven y añoro la juventud. Tengo nostalgia de esa época maravillosa... La vida a los cuarenta años cambia profundamente.

..........-En sus nouvelles aparentemente no suceden muchas cosas...
..........-Pero tienen todos los ingredientes de una novela: hay descripciones, climas, atmósferas, muchos planos y personajes distintos. En las novelas no importa el desenlace, importa recrear un tiempo y un espacio.

..........-Sin embargo, suele romper ese esquema donde no se produce acción.
..........-Claro, de repente me gusta el contrapunto. Hay violencia en la batalla de Las Salinas y en esa tremenda balacera que se produce el El parque. Pero otras veces no pasa nada. Y es que lo entretenido está en lo aburrido. La literatura latinoamericana y los García Márquez venden un estereotipo de América que no es América.

..........-¿Cómo así?
..........-Yo nunca he conocido Macondos. Sólo he visto contrapunto en el Cuzco, entre la parte indígena y la española. Esas son las cosas que hay que describir. Cartagena es un enredo entre un balneario antiquísimo y estas casas inglesas, francesas traídas de afuera. Como nosotros vivimos en esta contradicción, tenemos que aprender a entenderla. Así nos va a gustar vivir en Chile. Si tu abres esa puerta, sales al campo. Esa dicotomía es más rica que una casa italiana en Toscana, donde todo es coherente. Eso es América, ahí comienza la literatura americana.

..........-"Mamparas del Sagrado Corazón" se desarrolla en un escenario campestre.
..........-Es una vuelta a la novela criolla. En realidad la novela misma está ausente, porque la única novela es el amor que le acontece a la hermana del protagonista y está puesta en una sola línea. "Fue así como ese verano Antonia conoció el amor". Todo lo demás sobra. (Riéndose).

..........-¿Una novela podría escribirse en una sola línea?
..........-(Tajante) ¡Por supuesto! Sobre todo al final de siglo donde no hay tiempo para leer novelas largas.

..........-Al parecer tiene mucho de poeta, Adolfo.
..........-¡A mí me encantaría haber sido poeta! Fue mi gran aspiración, pero no tengo condiciones. Yo soy un poeta frustrado porque me gusta mucho trabajar con el lenguaje. Mi incapacidad de llegar a una síntesis mayor me ha hecho adecuarme a la novela corta. Pero en esas obras hay un trabajo de poesía.



..........-Usted busca rescatar el campo, un balneario, ¿es un nostálgico, un utopista, un iluso?
..........-No, yo busco la verdad. A mí me interesa saber de qué se trata la vida, porque es una cosa muy seria, muy fuerte. No puede ocuparse así no más. Cuando miro el cielo me pregunto: "¿qué será este misterio tan grande?" Yo soy una persona que se ha convertido y el cristianismo me interesa profundamente. A lo mejor soy impúdico, pero mi conversión ha sido mi vida porque la muerte es muy seria.

..........-¿Ha encontrado la respuesta?
..........-Sí, para mí la literatura y la belleza han sido sólo experiencias de conocimiento. Vivimos en una situación, pero debajo existe otra realidad -de la cual hacemos vista gorda- y nosotros, los artistas, podemos palpar.

..........-¿Y de qué se trata la vida?
..........-De encontrar la paz y entender que debemos tener la conciencia limpia. El triunfo de la vida no es el éxito, sino morir sin miedo. Yo hice un camino a través de la belleza, del arte y esa es mi mística. Buscar la belleza es un trabajo arduo, el lenguaje es muy peligroso...

..........-¿Peligroso?
..........-Sí, porque es prestado y hay una lucha tremenda entre las fuerzas del bien y del mal. Lucha que está violentamente fuerte en Rubén Darío. El demonio hila fino. Existe la tentación de no ser positivo, de criticar aspectos que no se conocen a fondo, de ser resentido... Por eso los artistas sufren cuando publican y caen en depresiones cuando trabajan. El lenguaje es sagrado. Los Evangelios no están pintados , están escritos. Uno es muy inconsciente de ponerse a escribir: hace sentencias, narra historias, habla de la muerte, del amor. Un mal escritor puede hacer un daño enorme porque en literatura existe un problema ético muy profundo.

..........-¿Son muchos los asedios interiores que sufre?
..........-Sí, el artista es un ser muy débil que está tomado por estas fuerzas que luchan a muerte. Uno solamente las ordena. Después de la euforia por escribir, descubres que el borrador está lleno de errores. En la corrección pierdes la seguridad. Como nadie sabe donde se pone una coma, porque es una cosa de respiración personal, hay que jugárselas por ellas. Por eso algunos autores piensan que escribir es corregir.

..........-Sin duda, el lenguaje está muy trabajado en sus novelas.
..........-(Modesto) Bueno, eso de que la prosa mía es tan perfecta es mentira. Yo escribo lo más claro posible y con bastante ayuda del diccionario, de los sinónimos, de los amigos, de volverlo a hacer, porque tengo esa manía. En el fondo, nadie escribe bien. Uno nunca es original. A lo más que puede llegar es a traducir lo que ve.

..........-¿Qué le ocurre frente a la obra terminada?
..........-Ahí me da la pataleta. Porque no sé si ganó el bien o el mal. Si la hice en forma correcta o no. ¿Qué va a pasar?

..........-¿Aún siente los efectos de la depresión post-libro?
..........-Cada vez que nace una obra uno se resiente, queda un vacío. No es depresión sino un estrés muy fuerte. Porque uno se entrega demasiado, las correcciones son muy violentas y también se espera mucho.



..........-¿Se mejora escribiendo una nueva obra?
..........-Claro, yo tengo otra reposando hasta que la solucione. Se llama La comedia del arte. Y está trabajada en el infierno, el purgatorio y el cielo. Muy difícil, la he escrito tres veces. Pero la voy a publicar en muchos años más... quiero descansar un tiempo.

..........-Usted utiliza con frecuencia el recurso de la descripción.
..........-¡No hay nada más maravilloso que describir! Si describo la grandeza de Dios con el lenguaje adecuado, estoy orando, esa es mi mística. Yo creo que a Dios lo que más le gusta es que le admiren su Creación.

..........-Los claroscuros de la pintura están presentes en sus escritos.
..........-¡La luz y la sombra!, que es lo más importante. Yo conozco bien el oficio de la pintura... Pero soy un pintor estancado, porque no me interesa progresar, me gusta la pintura en sí misma. En literatura, en cambio -que me atrae más, pero me es más difícil-, pude avanzar . Pero nunca dejé de pintar y la pintura me ayudó en las descripciones. Mi frustración pictórica me sirvió en la vanguardia literaria.

..........-Aparecen también elementos arquitectónicos, escultóricos.
..........-Son descripciones concretas. Lo importante es que te crean. Muchas veces el detalle de una fachada sirve para introducir a una persona en la historia. Es bonito deslizarse por las cornisas, las puertas... y los lectores pisan el palito.

..........-La belleza es un tema que le preocupa.
..........-En El parque hay dos capítulos que corresponden a una meditación sobre la belleza tradicional, de lo que es lo inmóvil o imperecedero -el arte-, y lo perecedero -la naturaleza-. El mármol y la verdura se van dando la mano en una oración casi decimonónica de lo que es la belleza. Yo quería plasmar eso. Aparece siempre en todos estos relatos el tema de la muerte, el amor y el tiempo, que son los problemas del hombre.

..........-En esa misma obra, la naturaleza termina integrando al hombre.
..........-Ah... es que me gusta la naturaleza. Me preocupo de mi jardín, lo riego y me demoro cuatro horas diarias. Y, cuando estan aserruchando un árbol... peleo con toda la gente que lo echa abajo. Yo soy panteísta. En el mar y en la espuma encuentro el altar.

..........-Usted se refiere, en La casa de la palmera, a la feliz confrontación de elementos opuestos.
..........-La belleza convencional se ampara en contrarios. Por ejemplo, lo inmóvil del frontis con la palmera viva que se asoma por detrás, establece un contrapunto de elementos de distinta naturaleza. Ahí se produce el cortocircuito de la belleza. Todos los artistas se nutren en esta dualidad.

..........-Sus personajes rescatan seres anónimos.
..........-En mis libros no hay nunca gente importante, sino del montón. No me gustan los ganadores, los que triunfan. A mí me conmueven las personas que tienen confianza en la vida, que no aspiran a nada... y eso se nota en un par de zapatos, en una espalda, en un moño, en un gesto.

..........-¿Por qué sus protagonistas no tiene afanes?
..........-(Riéndose) ¡Pero si los personajes de las novelas no se ganan la vida ni van al baño! Ellos son un pretexto para usar el lenguaje.

..........-¿Cuál es el trasfondo de su literatura en último termino?
..........-Hay tres cosas que me interesan, por eso escribo: el lenguaje, el aislamiento de Chile y el problema de América, porque esa maravillosa fusión entre lo autóctono y lo europeo, nos queda grande. Y el aislamiento de Chile se debe a la cordillera. Entonces nuestra cultura y nuestras competencias quedan en familia. Eso produce grandes problemas a la juventud. Porque una cultura enclaustrada, por muchos aviones y revistas que lleguen, no logra quitar la altura de la cordillera ni la extensión del océano.

..........-¿Y está contento con su nuevo libro?
..........-Bueno, yo quería llegar a esa colección de Planeta, donde está la taquilla, porque no he sido reconocido como debo. No sé por qué soy un escritor que no llega al gran público. No lo entiendo. Tampoco sé lo que pasa con los libros en los veladores...

..........-Porque se aísla...
..........-Yo no estoy aislado, voy a la Universidad dos días a la semana -cumplí treinta años de docencia- y tengo 140 alumnos. He formado miles de personas... Sin embargo, parece que nadie me conoce o no está de moda la literatura. Además, mi apellido francés parece que no pega... Tengo problemas, algo anda mal.

..........-No obstante, La lección de pintura (4 ediciones) y EL tren de cuerda (2 ediciones) aparecen en el plan de lectura del Ministerio de Educación. Estimulante ¿no cree?
..........-(Emocionado). Que los niños de una escuela rural de provincia, que están mirando el potrero, la primavera por la ventana, lleven mis libros en sus bolsones, es más que recibir el Premio Nobel.



en El Mercurio, 24 de Octubre de 1993.

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